Bájala si te atreves

Bájala si te atreves

viernes, 2 de diciembre de 2016

Un poco de historia.

Durante varios siglos, estos hombres se pasaron sus vidas cabalgando diferentes listones de madera, entre otros materiales flotantes, como las hojas de palmera (por extraño que resulte) a lo que denominaban paipo (en hawaiano), un término que hacía referencia a unas pequeñas tablas de más o menos metro y veinte de largo y que al principio eran el pasatiempo de los niños que se desplazaban tumbados en ellas surcando las aguas. Hasta que llegaron a extenderse de manera mucho más comúm, pasaron multitud de generaciones, pero dado que el surf en vertical se popularizó sobre los años 30 y tomó mucho peso en todo el mundo, los paipos estuvieron a punto de desaparecer en los años 60, quedando prácticamente ocultos bajo su sombra.

Sin embargo, el nacimiento del bodyboard, que se data oficialmente del 7 de Julio de 1971, no precisó más que una sierra eléctrica para trinchar carne, una plancha, una estera, papel de periódico y las manos de Tom Morey. Este constructor de tablas de surf con amplios conocimientos matemáticos y en ingeniería, se había retirado a Hawai dejando su negocio en California para relajarse y dedicarse a diseñar en la isla. Ese nombrado 7 de Julio el mar tenía unas condiciones óptimas para surfear, y mientras Tom Morey observaba las olas, el hecho de no tener consigo ninguna de sus tablas de surf hizo que decidiese tomar estas rodumentarias herramientas y comenzar a fabricar el primer bodyboard de la historia. Cogió la sierra de trinchar y una plancha y empezo a darle forma a un trozo de espuma de polietileno utilizando como plantilla un estera de forma rectangular. La cubrió de cola y la empapeló con papel de periódico nombrándola S.N.A.K.E (Side Navel Arm Knee Elbor). Sin lugar a dudas era algo realmente sencillo de producir y todavía más fácil de navegar. Había nacido el bodyboard.

Tom Morey

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